Depósitos: ¿Es la TAE la rentabilidad real?

7:20 Publicado por Luis Alberto

Depósitos rentabilidad TAE
Cada semana aparecen nuevas ofertas de depósitos bancarios prometiendo una gran rentabilidad, del 4, el 5 e incluso el 7,5% TAE. Algo nos dice que calcular la rentabilidad de estos productos no es tan sencillo como aplicar el porcentaje anunciado en la TAE pero, entonces, ¿qué más hay que saber?

Si tenemos unos ahorros y estamos pensando en meterlos en un depósito para obtener un beneficio, tenemos que conocer bien cómo funciona el sistema para no llevarnos un chasco a la hora de recoger los intereses. El ‘truco’ de los depósitos radica en 3 principales puntos:

1. Si son simples o combinados. Cuando veamos que un depósito ofrece un interés superior al 5%, es que se trata seguramente de un depósito combinado. Esto significa que una parte de lo depositado (aproximadamente la mitad) producirá el interés nominal prometido, pero otra se invertirá en bolsa, en uno o varios valores, fondos, o productos financieros con una rentabilidad incierta. El banco suele garantizarnos que no perderemos dinero, es decir, que como mínimo nos devolverá íntegra esta segunda parte al final del plazo comprometido. Pero ¿era ese nuestro objetivo? ¿Jugar en bolsa? ¿Poner a depósito solo la mitad de nuestro dinero? ¿Acabar teniendo parte de la inversión en una cuenta con comisiones? Si la respuesta es no, debemos optar por un depósito simple.

2. La TAE. Lo primero que necesitamos tener claro es que, en la gran mayoría de casos, TAE no es igual a la rentabilidad ‘neta’ que vamos a obtener. La TAE es el interés que el banco calcula que obtendríamos (1) si nos dejara reinvertir en el mismo depósito lo devengado cada mes y (2) si nos dejara tener el dinero a depósito durante un año. La mala noticia es que casi nunca nos dejarán cumplir las dos condiciones. De hecho, en muchos de los contratos de depósitos se puede ver una nota aclaratoria a este respecto que dice “TAE a efectos meramente informativos”. Una forma muy sutil y diplomática de avisar de que ese no es el interés que se acabará aplicando. Entonces, ¿cuál es? El interés nominal, una cifra unas centésimas inferior a la TAE.

3. Los productos vinculados. Al igual que las hipotecas baratas, los depósitos rentables pueden obligarnos a contratar otros productos financieros con el banco si queremos obtener la mayor rentabilidad. En ocasiones solo se trata de abrir una cuenta corriente que puede tener una cuota de mantenimiento de unos 30 euros al año, o domiciliar nuestra nómina con coste 0, pero otras veces el banco ofrece los llamados “depósitos bonificados”, que ofrecen mayor rentabilidad cuanto mayor sea nuestra vinculación con el banco (seguros, productos de inversión, tarjetas con consumo mínimo…). Es necesario calcular muy bien cuánto será lo pagado por estos productos y cuánto lo obtenido a cambio antes de firmar más productos financieros de los que teníamos previsto, necesitamos o entendemos bien.

Resumiendo, si no conocemos muy bien el funcionamiento de los depósitos, lo más sencillo y seguro es contratar uno simple, calcular su rentabilidad atendiendo al interés nominal y evitar los productos vinculados. Y un truco extra: recordar que no estamos pidiendo dinero sino aportándolo, por lo que podemos permitirnos negociar con el banco las comisiones de mantenimiento y cerrar toda la operación simplemente con nuestro DNI. Nadie necesita nuestra nómina ni otros datos para nada.
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