Debes evitar esta condición común con todas tus fuerzas por luchando por una mayor claridad en todo lo que haces.

Una gran regla para alcanzar el éxito es: “Pensar en el Papel”.

Sólo un 3% de los adultos tiene verdaderamente sus metas claras, por escrito. Estas personas lograrán cinco o diez veces más que las personas de igual o mejor educación y capacidad, que nunca se han tomado el tiempo para escribir exactamente lo que es lo que quieren.

Hay una fórmula poderosa para establecer y alcanzar los objetivos que se pueden utilizar para la resto de tu vida. Se compone de siete sencillos pasos. Tomando cualquiera de estos pasos podemos duplicar o triplicar nuestra productividad si es que no los estás utilizando actualmente, estos pasos fueron escritos por el autor Bryan Tracy los cuales son:

Decidir exactamente lo que quieres. Es sorprendente cuántas personas están trabajando de distancia, día tras día, en las tareas de bajo valor, ya que no han decidido realmente que es lo que  desean.

Escríbelo…! “Piensa en el papel”. Al escribir tus objetivos, cristalízalos y dales una forma tangible. Crea algo que se puede tocar y ver. Por otra parte, una meta u objetivo que no está en la escritura no es más que un deseo o fantasía. No tiene la energía detrás de él; objetivos no escritos te llevan a la confusión, vaguedad, mala dirección y numerosos errores.

Establecer una fecha límite con tu(s) objetivo. Los objetivos o decisiones sin una fecha límite no tienen urgencia. No tienen principio ni fin real. Sin un plazo definido, que naturalmente vaya finalizar tienes poco por hacer y no hay apuro implícito.

Haz una lista de todo lo que puedas hacer para ayudar a alcanzar tu(s) metas y tu(s) objetivos;  mientras pienses en nuevas actividades, agrégalas a tu lista. Mantente haciéndo tu lista hasta que consideres que esté completa. Una lista te da una visión gráfica global para alcanzar tu objetivo a largo plazo. Esto incrementa dramáticamente la probabilidad de que alcances tus metas mientras les vayas asignando un lugar y un horario.

Organiza tu lista y conviertelo en un plan, por tanto esta organización debe basarse en prioridad y secuencia. Tómate unos minutos para decidir adecuadamente que es lo que debes hacer primero y que puedes dejar para después. Sería aún mejor que puedas visualizar tu plan de manera visual, en una serie de cuadros y circulos en una hoja de papel “Tipo diagrama de Gantt”. Te sorprenderás de lo fácil que se convierte en lograr tus metas cuando lo descompones en tareas simples e individuales. Con una meta escrita y un plan organizado plan de acción, serás más productivo que alguién que lleva sus metas solamente en su cabeza, sin haberles puesto lugar, momento ni tiempo definido y solo las avanza cuando puede.

Toma acción de tu plan inmediatamente, un plan ejecutado vigorosamente es mucho mejor que un “Plan Brillante” en el que casi nada es hecho como se debe o cuando se debe. Por tanto para alcanzar cualquier 

tipo de éxito, la ejecución programada lo es todo.

Debes proponerte a realizar algo cada día para que te acerque más a tu meta, como leer un número específico de hojas de un tema en particular, llamar o escribir a un número específico de clientes o prospectos, participar en un número de horas específicas para el ejercicio físico, aprender un número exacto de nuevas palabras en otro idioma. Procura núnca retrasarte ni un solo día. Una vez que empieces no te detengas. Es tu decisión, la disciplina  puede hacerte una de las personas más productivas y exitosas de tu generación.

Si escribes constantemente metas claras tendrán un poderoso efecto en tu forma de pensar, ya que ellas te motivan y te enfocan en la acción; las metas son como el combustible en tu vehículo del progreso y mejoramiento personal. Mientras más grandes y claras tengas tus metas, más motivado a realizarlas estarás, obtendrás el verdadero deseo de unificarte con ellas para alcanzarlas y en consecuencia el éxito de acompañará a donde lleves tus objetivos.