Los Siete Niveles de Inversor – Parte I

9:36 Publicado por Luis Alberto

 
Los siete niveles de Inversor es un pequeño e-book escrito por John R. Burley  y publicado por Prosperity Training, Inc en Mayo del 2001 y no por Robert Kiyosaki como muchos creen,  Sr. Kiyosaki ha tomado los siete niveles del inversor con permiso de Burley para explicar mejor algunas de sus publicaciones como “El cuadrante del flujo del dinero”, la distribución del e-book del Sr. Burley es gratuita por tanto no se atenta contra derechos de autor cuando se publica su contenido, a continuación leerás la traducción de la publicación original de este muy interesante e-book llamado en su lengua original “The seven levels of investor”:

Los Siete Niveles de Inversor – Parte I

Nivel 0: El inversor “NO Existente”
Este tipo de personas viven su vida financiera com si fueran un avestruz, con la cabeza debajo de la arena. Esencialmente no tienen inversiones o ahorros. Son comlpetamente inconciente en su relación con el dinero en general y con sus hábitos de consumo en particular; su gestión financiera es tan mala que no califican ni para el más simple crédito, aunque su perspectiva financiera es sombría ironicamente a menudo tienen una mejor posición económica que la persona a la que el crédito le es muy fácilmente diponible.
Cuando se les pregunta cuál es su problema, la respuesta suele ser que no hacen el suficiente dinero, y si sólo lograran hacer más dinero estarían bien; en este tipo de personas el problema no son sus ingresos o la carencia de ellos, lo que les afecta realmente son sus hábitos de dinero.
Nivel 1: Deudores
Estas personas resuelven sus problemas financieros pidiendo dinero prestado. A menudo incluso invierten con dinero prestado. Su idea de planificación financiera consiste en asaltar a Peter para pagarle a Paul. Viven sus vidas financieras con la cabeza en la arena como un avestruz, esperando y rezando para que todo salga bien. Aunque es posible que tengan unos cuantos activos, la realidad es que su nivel de deuda es simplemente demasiado alto. En su mayor parte no están conscientes del dinero y de sus hábitos de gasto.
Cualquier cosa valiosa que posean tiene una deuda correspondiente. Utilizan sus tarjetas de crédito de manera impulsiva y  luego transfieren esa deuda y contraen una hipoteca a largo plazo, con el fin de limpiar sus tarjetas de crédito, que vuelven a utilizar.
Si el valor de su casa se incrementa, vuelven a hipotecarla, o adquieren una casa más grande y más cara. Estas personas creen que el valor de los bienes raíces se incrementa por sí solo.
Las palabras “pago inicial bajo, pagos mensuales fáciles” siempre les llama la atención. Con esas frases en mente, a menudo compran juguetes que se deprecian, como yates, albercas, vacaciones y automóviles. Enlistan esos juguetes que se deprecian como activos y luego acuden nuevamente al banco para obtener otro préstamo y se preguntan
por qué los han rechazado.
Ir de compras es su forma favorita de ejercicio. Adquieren cosas que no necesitan y se repiten estas palabras: “Oh, vamos. Tú lo mereces”, “lo vales”, “si no lo compro ahora, es posible que no vuelva a encontrarlo a un precio tan bueno”, “está en rebaja”, “quiero
que mis hijos tengan lo que yo nunca tuve”.
Ellos creen que diferir la deuda durante un período prolongado es inteligente y se engañan a sí mismos con la idea de que trabajarán más duro y pagarán sus deudas algún
día. Gastan todo lo que ganan y algo más. Se les conoce como consumidores. Los dueños  de las tiendas y los vendedores de automóviles  adoran a esta clase de gente. Si tienen  dinero, lo gastan. Si no tienen dinero, lo piden prestado.
Cuando se les pregunta cuál es su problema, responden que simplemente no ganan suficiente dinero. Piensan que al ganar más dinero resolverían su problema. Sin importar cuánto dinero ganen, sólo se endeudan más. Muy pocos de ellos se dan cuenta de que el dinero que ganan hoy en día les parecía una fortuna o un sueño apenas ayer. Pero hoy en día, a pesar de que han logrado el ingreso que soñaban, todavía no es suficiente.  No se dan cuenta de que el problema no es necesariamente su ingreso (o falta de ingreso) sino sus hábitos con el dinero.  Algunos eventualmente llegan a creer que su situación no tiene salida y se rinden. Al hacerlo, entierran la cabeza más profundamente y siguen haciendo las mismas cosas. Sus hábitos de pedir prestado, comprar y gastar están fuera de control. De la misma forma en  que el comedor compulsivo come cuando está deprimido, estas personas gastan cuando están deprimidas. Gastan, se deprimen y gastan  más.
A menudo discuten con sus seres queridos acerca del dinero y defienden airadamente su necesidad de  comprar esto o aquello. Viven  en la negación financiera absoluta y pretenden que sus problemas de  dinero desaparecerán  algún día de manera milagrosa, o hacen como si tuvieran siempre suficiente dinero para gastar en todo aquello que desean.
Este nivel de inversionista frecuentemente parece ser rico. Ellos pueden tener grandes casas y automóviles deslumbrantes.  ..pero si usted revisa, los han adquirido con dinero prestado. También es posible que ganen mucho dinero, pero se encuentran a sólo un accidente profesional de la ruina.
Yo tuve a un ex propietario de negocios  en mis clases. Era bien conocido en la categoría de “gana mucho dinero, gasta mucho dinero”. Durante varios años tuvo una floreciente cadena de joyerías. Sin embargo, su negocio desapareció tras una mala época en la economía. Pero sus deudas no desaparecieron con él. Esas deudas se lo comieron vivo en menos de seis meses. Estaba en mi clase, buscando por nuevas respuestas y se rehusó siquiera a considerar la idea de que él y su esposa eran inversionistas de Nivel 1.
Él provenía del cuadrante “D” y esperaba volverse rico en el cuadrante “I”. Se aferró a la idea de que alguna vez fue un hombre de negocios exitoso y que podía utilizar las mismas fórmulas para invertir y lograr su libertad financiera. Era un caso clásico de un hombre de negocios que pensaba que podía convertirse automáticamente en un inversionista exitoso. Las reglas de los negocios no son siempre las mismas reglas que en la inversión.
A menos que estos inversionistas estén dispuestos a cambiar, el futuro financiero es ominoso. ..a menos que se casen con alguien rico que pueda solventar esos hábitos.
Nivel 2: Ahorradores
Estas personas apartan una “pequeña” cantidad de dinero (generalmente) de manera egular. El dinero está en un medio de inversión de bajo riesgo y baja tasa de retorno, como la cuenta de mercado de dinero, la cuenta de ahorros o el certificado de depósito.
Si tienen una Cuenta Individual de Retiro (IRA, por sus siglas en inglés), la tienen en un banco o en una cuenta de fondos de inversión.  A menudo ahorran para consumir, en vez de  para invertir (por ejemplo, ahorran para comprar una televisión  nueva, un automóvil nuevo, para irse de vacaciones, etcétera.) Ellos prefieren pagar en efectivo. Tienen miedo del crédito y las deudas. En vez de ello, prefieren la “seguridad” de tener el dinero en el banco.
Incluso cuando se les demuestra que en el ambiente económico actual los ahorros proporcionan una retribución negativa ( después de la inflación y los impuestos ), tienen poca disposición para correr muchos riesgos. No saben que el dólar estadounidense ha perdido el 90% de su valor desde 1950 y continúa perdiendo valor anualmente a una tasa más grande que el interés que les paga el banco. A menudo tienen pólizas de seguro de vida porque les gusta sentirse seguros.
Las personas en este grupo frecuentemente gastan su activo más valioso, que es el tiempo, cuando tratan de ahorrar centavos. Pasan horas recortando cupones en los periódicos y al ir al supermercado hacen que  todos los demás esperen en línea mientras tratan de encontrar esos grandes ahorros.
En vez de tratar de ahorrar centavos, podrían dedicar ese tiempo a aprender cómo invertir. Si hubieran colocado 10 000 dólares en el fondo de John Templeton en 1954 y se hubieran olvidado de ese dinero, tendrían 2.4 millones de, dólares en 1994. O si hubieran colocado 10 000 dólares en el fondo Quantum Fund de George Soros en 1969, ese dinero valdría 22.1 millones de dólares en 1994. En vez de ello, su profunda necesidad de sentirse seguros, que se basa  en el miedo, hace que ahorren en instrumentos de bajo rendimiento, como los certificados de depósito del banco.
A menudo escucha usted que  estas personas dicen: “Un  centavo ahorrado es un centavo ganado”, o bien: “Estoy ahorrando para mis hijos.” La verdad es que existe una profunda inseguridad que los domina y domina  sus vidas. En realidad están “ahorrando centavos” para sí mismos y para las personas que aman. Son casi el opuesto exacto al inversionista del Nivel 1.
Ahorrar dinero era una buena idea durante la era agrícola, pero una vez que entramos a la era industrial, los ahorros no fueron la elección inteligente. Ahorrar dinero se convirtió en una opción aún peor una vez que Estados Unidos abandonó el patrón oro y que entramos a una época de inflación en que el gobierno imprimía dinero velozmente.
Las personas que ahorraron dinero durante  las épocas de inflación terminaron como perdedores. Desde luego, si entramos a un período de deflación, serán los ganadores…pero sólo si el dinero impreso tiene todavía valor.
Es bueno tener algunos ahorros. Se recomienda que usted tenga en efectivo el equivalente de sus gastos de vida de seis meses a un año. Pero pasando ese límite, existen medios de inversión mucho mejores y más seguros que tener el dinero en el banco. Mantener el dinero en el banco ganando 5% mientras los demás obtienen 15% o más noes una estrategia de inversión inteligente.
Sí, si usted no está dispuesto a estudiar  sobre inversiones y vive bajo el miedo constante del riesgo financiero, entonces ahorrar es una mejor opción que invertir. Usted no necesita pensar mucho si se limita a mantener el dinero en el banco. ..y sus banqueros lo amarán. ¿Por qué no habrían de amarle? El banco presta entre l0 y 20 dólares por cada dólar que usted tiene ahorrado y cobra hasta el 19 por ciento de interés; por otro lado le paga a usted menos del 5 por ciento. Todos deberíamos ser banqueros.

Continuará en la Parte II

La ambición es el camino al éxito,
la tenacidad, el vehículo en que se llega.
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1 comentarios:

  1. Unknown dijo...

    Interesante, quisiera ver los otros tipos de inversores; me imagino que también incluirán a aquellas personas que se dedican a ayudar a otros mediante un préstamo ya sea para quedar como socios o como negocio.

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