Análisis de la rentabilidad-riesgo de los fondos de inversión

8:54 Publicado por Luis Alberto

fondos inversion dinero
Mucho se ha debatido sobre la utilidad y la idoneidad de invertir en fondos de inversión. En este blog hemos defendido muchas veces que, en su gran mayoría, los fondos de inversión no eran mejores que el mercado.
Hoy os traigo un gráfico de elaboración propia que pone de manifiesto en qué medida los fondos de inversión son en general mediocres. O al menos tan mediocres como el conjunto del mercado de acciones.

En el siguiente gráfico se muestran la rentabilidad de los últimos 5 años en relación a su desviación estándar, que utilizaremos como aproximación al riesgo, de unos 18.000 fondos y unas 8.000 acciones de diferentes países. Además se muestran también un conjunto de índices de mercado y el Euribor.
fondos inversion
Lo interesante de este gráfico es que si trazamos una línea recta entre el punto que representa el Euribor y un fondo o acción cualquiera, esa línea nos marca el conjunto de valores que desde un punto de vista de rentabilidad-riesgo son equivalentes.

Por ejemplo, dado que la rentabilidad acumulada del Euribor en 5 años ha sido del 17%, si tenemos una acción que nos ha dado una rentabilidad del 30% con una desviación estándar de 4,50, entonces podríamos haber conseguido una rentabilidad del 23,5%  y una desviación estándar de solo 2,25 simplemente invirtiendo el 50% del capital al Euribor y el 50% en la acción ( (30 + 17) / 2 = 23,5).
Así mismo podríamos haber conseguido una rentabilidad del 43% y una desviación estándar de 9,00 habiendo tomado prestado el 100% de nuestro capital al tipo de interés del Euribor y habiendo comprado el doble de acciones ( 30 * 2 – 17 = 43).

Lógicamente un particular difícilmente puede conseguir esos tipos tan favorables, pero si es aproximadamente lo que consiguen las gestoras de fondos con su liquidez.

Así, los fondos y acciones que mejor comportamiento rentabilidad-riesgo han tenido son los que se situarían entorno a la flecha roja “Optimal”. Recordemos que nos podemos mover a lo largo de esa flecha simplemente manteniendo parte del capital en liquidez o apalancando nuestra inversión.

Lo que podemos apreciar en el gráfico es que a grandes rasgos en los fondos se aprecian 4 tipos.
  • Los fondos monetarios (grupo Money) que básicamente invierten en tipos fijos y tienen una volatilidad muy próxima a cero. La mayoría no ha conseguido ni la rentabilidad del Euribor.
  • Los fondos indexados (grupo Indexed), que se sitúan en la misma zona que los índices de mercado.
  • Los fondos mixtos, situados entre los grupos Money e Indexed, cuya política básica es guardar una parte de la inversión en liquidez.
  • Los fondos “hedge“, situados a la derecha de los Indexed. Su política de inversión sería libre y con eso obtienen rentabilidades y riesgos parecidos a las acciones.
En ninguna de las tipologías se aprecia una mejor rentabilidad-riesgo en los fondos que en las acciones o índices. Más bien parece que hay una cierta desviación de rentabilidad hacia abajo, que seguramente reflejan las comisiones.

Ciertamente, hay fondos que lo han hecho muy bien y están en la zona óptima de la rentabilidad-riesgo, pero dada la cantidad de fondos que hay, escoger uno al azar nos va a dar un resultado similar, si no peor, que escogiendo una acción cualquiera e invirtiendo una parte del capital a tipo fijo.

A raíz de estos hechos ¿podemos afirmar que los gestores de fondos son más bien malos en su trabajo? Yo no afirmaría tanto. La situación que observamos es el resultado natural de las presiones del mercado.

Si se pudiera observar una mejor rentabilidad-riesgo generalizada en los fondos, los inversores tenderían a invertir en esos fondos más que directamente en acciones. Pero dado que la cantidad de dinero que se puede invertir en una empresa sin que el precio suba demasiado y entonces la rentabilidad baje es limitada, los fondos deberán encontrar nuevas empresas donde invertir, seguramente menos rentables que las que tenían hasta el momento.

El proceso de transferencia de dinero finalizará cuando ya no sea evidente que los fondos rinden más que las acciones en general.
También se puede defender lo contrario. Si la gente aprecia que los fondos son menos rentables que invertir directamente en acciones habrá un trasvase de capital hacia las acciones lo que pude permitir a los fondos centrarse en las empresas más rentables.

Entonces, dado este equilibrio ¿es indiferente una u otra forma de inversión? Mi opinión es que no. Los fondos tienen una ligera tendencia a rendir menos que las acciones directamente por su sistema de comercialización. Muchas comercializadoras de fondos emplean fuertes campañas de marketing para vender fondos a gente con poca formación financiera, a la que le es difícil valorar la gestión llevada a cabo. Por tanto, en general hay que huir de los fondos más publicitados por las entidades financieras, pues suelen esconder comisiones por encima de la competencia.

Ahora bien, si disponemos de unos conocimientos financieros mínimos y queremos invertir ¿es más fácil elegir buenos fondos que elegir buenas acciones? De nuevo la respuesta es no.

La calidad de un fondo depende exclusivamente de la calidad de su equipo gestor y de que las comisiones no sean desproporcionadas. De su gestión, la composición de su cartera o los criterios que siguen, normalmente se informa poco o muy vagamente.

Por contra, una empresa cotizada está obligada a presentar sus cuentas periódicamente, además de informar de cualquier hecho relevante lo más pronto posible. Así mismo, si la empresa tiene un negocio simple y fácil de entender, el inversor se puede hacer una idea bastante buena de la tendencia que lleva la empresa. Y por supuesto, también está la calidad de la dirección de la compañía. También suele resultar fácil encontrar empresas similares con las que comparar los resultados, no solo de beneficios finales, si no también de los ratios intermedios, muchas veces más interesantes para pronosticar el futuro de la empresa.

En definitiva, siempre se dispone de más información para juzgar la gestión de una empresa cotizada que la gestión de un fondo. Si el riesgo de las acciones es excesivo para nuestro gusto, siempre podemos invertir una parte a un interés fijo (bonos del estado, depósitos,…). O, si no tenemos tiempo o conocimientos para juzgar una empresa, invertir una parte en un ETF sobre un índice y el resto a tipo fijo en función del riesgo que queramos correr.

¿Debemos descartar siempre la inversión en fondos? No, hay fondos muy bien gestionados y con comisiones razonables. Para encontrarlos debemos huir de las grandes entidades financieras, que basan sus aciertos en la gran cantidad de fondos (así alguno siempre salen bien parado) y a su capacidad de comercialización. Por contra los gestores independientes solo sobreviven por su capacidad de gestión. Una repetida gestión deficiente los echa rápidamente del mercado.

Por otro lado, el acceso a mejores tipos de interés y menores comisiones de intermediación por el volumen deberían poder contrarrestar las comisiones que cobran los fondos. Claro que si el fondo pertenece a la misma entidad que luego le cobra las comisiones de intermediación, los incentivos para negociar mejores comisiones son bajas o inexistentes, lo que nos lleva de nuevo a preferir los gestores independientes.

Mi conclusión final es que elegir un buen fondo es tan difícil o más que elegir una buena empresa. La única ventaja de un fondo, es que si das con uno bueno, no necesitas dedicarle tanto tiempo a seguir la evolución de tu inversión.
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