Hoy ha transcendido, que el famoso peluquero y empresario  Lluís Llongueras, fundador de una cadena de más de 120 peluquerías, ha sido despedido vía burofax por una de sus hijas fruto de su primer matrimonio.
Llongueras, que creó su compañía en 1987, entregó a su primera esposa y a sus dos hijos mayores, acciones de la compañía que sumaban más de un 50%.

Llongueras casado en segunda nupcias,ha recibido en concepto de finiquito,  cantidad de 6.258,63 euros “en concepto de indemnización máxima, a razón de 45 días por año trabajado a partir del 1 de diciembre del 2006″, junto con 888,07 euros netos “en concepto de liquidación, saldo, finiquito y nómina”.

No vamos a entrar en los motivos de la lucha de poder en el seno de la familia Llongueras, pero si creo que es un ejemplo de una de las principales amenazas que se ciernen sobre toda empresa familiar, los conflictos y las disputas familiares no resultas, en donde se acaban anteponiendo las luchas personales a los intereses de la compañía.

El caso de Llongueras es bastante significativo, ya que la imagen del peluquero era probablemente uno de los grandes activos de la compañía. Sea cuales sean los motivos del despido, en principio la salida de Llongueras de la compañía perjudica a todos los accionistas y desestabiliza la compañía.

Un caso parecido lo está viviendo, en vía de resolución, el grupo Eulen, que con más de 1.300 millones de facturación ha visto como la empresa podía tambalearse con el conflicto abierto entre padre y 5 de sus hijos, que intentaron tomar el control de la compañía tras el fallecimiento de su madre.

Cuando emergen los conflictos familiares, en caso de no poder resolverse, lo más normal es que se trasladen del ámbito familiar al empresarial, sobretodo en empresas en las que miembros de la familia son los que ocupan los principales cargos en la gestión.

No hace falta decir, que estas situaciones son tremendamente peligrosas para las empresas. En todos los casos, resultaría más que recomendable la redacción de un protocolo familiar que regule la organización y gestión, así como las relaciones entre la familia, la empresa, sus propietarios y gestores, antes de que empiecen a surgir los conflictos.