Este señor era considerado el gurú de la bolsa alemana. Murió en 1999. Sin embargo, sus libros perspicaces están disponibles, solo en alemán, pocos en inglés y muy pocos en español. Este inversor era conocido por su mezcla sagaz de conocimientos de psicología así como de las acciones y el mercado. 

Era un invitado frecuente a los programas de entrevistas y sus seminarios eran eventos muy bien vendidos. 

Era una persona ingeniosa que era famosa tanto por la inversión como por sus citas concisas, como esta “Nunca corra detrás de un autobús o de una acción. Sea paciente, el próximo vendrá con seguridad”.

En sus libros, el carismático húngaro a menudo se refiere a la interacción entre los inversores calmos y sangre fría versus los aficionados nerviosos y llenos de pánico. Entre sus citas y recomendaciones nos encontramos con estas:

1.    Las personas con manos firmes compran cuando el precio es bajo. Estas personas tienen tiempo y dinero, lo que fomenta nervios de acero. Las personas de manos firmes no se amedrentan por los altibajos del mercado y saben exactamente lo que están haciendo.

Ellos compran en el momento justo, cuando las acciones están en baja y venden cuando las acciones están el alza o al menos muy cerca.

2.    Las personas de manos temblorosas, son las que venden por pánico, desesperación o porque simplemente todo el mundo está vendiendo. En esos momentos las personas de manos firmes compran.

Cuando el mercado se da vuelta de nuevo estos (los manos firmes) venden nuevamente de manera masiva ¿A quien venden?  A los manos temblorosas. Es cuestión de psicología.

3.    La bolsa es como un casino y no porque la gente deba encarar el hecho de comprar o vender acciones como tal, sino que las emociones en juego recuerdan a un casino.

Los manos firmes son como un croupier, que saben que el o ella va a estar bien y que la casa va a ganar.

Los manos temblorosas son como los patanes de los pequeños pueblos que llegan a Las Vegas para hacer una matanza, pero cuyos nervios y cuenta bancaria son totalmente inadecuados para este tipo de coso.

André Kostoplany sabía exactamente como funcionaba la psicología del mercado y por ello llego a hacer una gran fortuna. Nadie entendía la psicología del mercado y toda la industria como lo hacía este hombre.

Para él especular en la bolsa de valores no es para todo el mundo. Solo las personas que operan con mano firme, paciencia, tranquilidad y todas esas cosas que hacen que la inversión de mayor riesgo sea un éxito, pueden darse ese lujo.

Esto sin duda incluye un buen conocimiento técnico de las acciones y el mercado. No se trata de ser una persona relajada. Para Kostolany el autoconocimiento es extremadamente importante.

Es necesario saber que usted puede controlar sus nervios para poder entender su propia limitación mental. Lo cierto de todo esto es que la observación astuta de este inversor le llevó a dividir a los inversores en dos grupos básicos.

Los nerviosos o manos temblorosas que no tienen agallas o los recursos financieros para invertir bien. Psicológicamente no están bien y no tienen la perseverancia para evitar asumir pérdidas masivas por causa del pánico o por necesidad financiera.

El otro grupo, el de las manos firmes, tienen el dinero suficiente para desarrollar un buen planteamiento y el tiempo y la estrategia que permita que el mismo tenga éxito.

Si usted quiere saber más de este inversor le recomiendo que descargue uno de los pocos libros de este que existen en español visitando el sitio de Scrib, pulsando aquí. Saludos