Pedir hipoteca al banco: cuando la actitud es lo que cuenta

15:51 Publicado por Luis Alberto

solicitar hipoteca
Buscar una hipoteca se podría comparar a hacer la declaración de la renta: no suele coincidir con nuestro hobby favorito del fin de semana. Además, el caso de la hipoteca tiene un hándicap extra: la mayoría de personas solo pasan por el trámite una vez en la vida, con lo cual se hace imposible el adquirir experiencia y es mucho más pesado aprender nuevos conceptos e información si solo van a servirnos una vez.


La desmotivación, el desinterés e incluso el miedo a no dominar la situación y quedar desprotegidos en manos de entidades y gestores no hace sino agravar la situación. Está claro que el banco primará sobre todo nuestro perfil financiero a la hora de establecer las condiciones del préstamo, pero tomar las riendas, informarse al máximo y estar dispuestos a negociar puede obrar una gran diferencia, no solo en el recuerdo que nos quedará de la experiencia sino también en el resultado final.

Estas son algunas consignas internas que evitarán que la situación se nos escape de las manos:

1.       Informarse. No debemos confundir no saber algo en un momento determinado con ser un caso perdido incapaz de entender las finanzas. Nadie ha nacido sabiendo de hipotecas y, si nos paramos a pensar, ¡este es el problema de más fácil solución! ¿No sabemos algo? Busquemos información en cualquier web especializada, preguntemos en foros o empecemos a usar comparadores online gratuitos de hipotecas para entrar en situación. Mantra: “La información que consiga ahora me dará libertad para elegir y firmeza para negociar”.

2.       Reservar tiempo. Se trata de una operación delicada que determinará nuestra economía doméstica durante décadas. No es algo que podamos hacer de camino al supermercado, ni siquiera aprovechando un fin de semana largo. Se impone una mínima planificación. Encontrar la mejor hipoteca para nuestro caso particular es exactamente lo opuesto a firmar la primera que nos enseñen. Mantra: “Estoy invirtiendo tiempo ahora para disponer de más dinero en el futuro.”
3.       Ser nuestro mejor consejero. No hay que considerar nunca al banco como nuestro asesor personal. Los bancos no son ONGs sino negocios y como tales solo miran por su interés. Escoger lo que más nos conviene es nuestra propia responsabilidad. Mantra: “Ser dueño de mi futuro significa no delegar y tomar ahora mis propias decisiones.”

4.       Negociar. Las ofertas de los bancos no son definitivas. No debemos quedarnos nunca con la primera hipoteca que nos presenten. Ninguna condición está cerrada hasta que el banco plasme su última palabra en la llamada oferta vinculante. Hasta entonces, es lícito preguntar, regatear y contraatacar con nuestros puntos fuertes. ¿Tenemos un sueldo estable desde hace muchos años? ¿Trabajamos en un sector al alza? ¿Contamos con un aval? ¿Aportamos una gran cantidad de ahorros que reduce el porcentaje a financiar? Cualquier cosa que pueda inspirar confianza al banco nos servirá de herramienta de negociación. Mantra: “Si no lo intento ahora, nunca sabré lo que hubiera podido conseguir”.

5.       Usar el sentido común. Una cosa es saber lo que queremos y otra muy distinta obsesionarse con cosas que no pueden ser. Si después de un tiempo prudencial ningún banco nos quiere conceder una hipoteca, tenemos dos opciones: (1) si estamos seguros de que nos lo podemos permitir, podemos contratar un intermediario financiero que medie entre nosotros y el banco hasta conseguir el préstamo y (2) si no estamos seguros de poder hacernos cargo de un pago tan importante, debemos admitir que en nuestro caso lo sensato es vivir de alquiler. Mantra: “No poder conseguirlo ahora puede estar evitándome serios problemas de endeudamiento y en ningún caso me impide intentarlo más adelante, cuando haya mejorado mi situación”.

6.       Exigir cuanto antes la oferta vinculante. En una primera visita informativa, los bancos solo explican sus mejores condiciones sin entrar en mucho detalle. No sabremos cuál es su oferta real y definitiva hasta que no la veamos plasmada sobre el papel.  Por eso, cuanto antes tengamos en mano la oferta vinculante, antes sabremos qué es lo que podemos conseguir y si vale la pena o no perder el tiempo en conversaciones con el banco.  Mantra: “En el mundo financiero, a las palabras se las lleva el viento.”

7.       No esperar al último momento para revisar el contrato. El día de la firma, un notario al que no conocemos de nada leerá de corrido todo el documento casi sin parar a coger aire. Además de él y nosotros, estará presente el propietario, un representante del banco y quizá un gestor, venidos especialmente para liquidar el tema. Definitivamente, ese no es el mejor momento para echarse atrás. Es necesario leer el contrato en los días previos y tener tiempo de reaccionar si lo escrito no coincide con lo acordado. Ese es el momento de preguntar todo lo que no entendamos y tener posibilidades de corregir o acordar un cambio a tiempo, antes de que caduque la oferta vinculante u otros plazos relacionados con la gestión. Mantra: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

La búsqueda, la negociación y el ‘papeleo’ serán más llevaderos si vamos concienciados, informados y dispuestos a poner todo de nuestra parte para optimizar tanto los resultados como la propia gestión.
  • Digg
  • del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Yahoo! Buzz
  • Technorati
  • Facebook
  • TwitThis
  • MySpace
  • LinkedIn
  • Live
  • Google
  • Reddit
  • Sphinn
  • Propeller
  • Slashdot
  • Netvibes

0 comentarios:

Publicar un comentario